La estadía fue muy linda... hasta que una noche decidimos ir a tomar algo a un “boliche” (que hoy esta abandonado) que se llamaba “LA CASONA”. Efectivamente era una casa grande que la habían convertido en bar/boliche. Fuimos mis amigas, mi hermano y yo. Tomamos, recuerdo, una o dos jarras de clericó. En un momento, no recuerdo bien qué pasó, empezaron a agarrarse a piñas… Nosotros no entendíamos nada, siempre habíamos sido chicos “bien y correctos”. Decidimos irnos del lugar y, aprovechando las piñas, nos fuimos sin pagar. Salimos rápido del lugar y empezamos a caminar por la costa rumbo a la 9 de julio. Misteriosamente detrás de nosotros comenzaron a seguirnos unos perros muy poco amistosos. Poco a poco iban juntándose detrás de nosotros y empezaban a ladrarnos mallllll… muy feo!!!!!!! Ya eran más de 8, más que nosotros. En un momento veo que nuestro valiente guardaespaldas (mi hermano), cuando los perros ya ladraban casi queriéndonos comer crudos, empieza a correr delante de nosotros. Inmediatamente empezamos a correr detrás de el y, obviamente, los perros hacieron lo mismo. Corrimos, corrimos. Todos escuchando sus ladridos y nosotros a los gritos hasta llegar a la puerta de nuestra casa, que tenía la particularidad de tener un porche donde había que subir cinco escalones y luego la puerta. Los perros se nos anticiparon y subieron el porche ladrándonos y nos impedían entrar. Nuestra desesperación era terrible, nuestro guardaespaldas no nos transmitía demasiada tranquilidad. Hasta que se nos ocurrió (ya siendo las 5 AM) cruzar al hotel y tocar timbre pidiendo ayuda. Salió el dueño en pijama que no entendía nada de lo que veía. Finalmente con se acercó a nuestra puerta, distrajo a los perros con un palo y entramos corriendo cerrándole la puerta en la cara al pobre y amable vecino, dejándolo afuera con todos los perros desesperados, el palo, y en pijama a las 5 AM...
El miedo que pasamos!!!! Con decir que una de mis amigas fue a la cocina y durmió con un palo de amasar y un cuchillo enorme toda la noche/mañana por si los perros entraban...
A la mañana siguiente, como agradecimiento, le llevamos a este amable vecino una rosca de pascua que habíamos comprado en LA CENTRAL…
La moraleja nuestra fue que todo eso nos había pasado por habernos ido sin pagar de la casona en medio de los disturbios!!!!!!
Naty
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2 comentarios:
jajaja buenisimo!! pobre el vecino!! estan seguros que no murió devorado por los perros???
AR
jajajaj no, no murio devorado por los perros, pero casi nos come crudos a nosotros por tocarle timbre a esa hora con semejante cantidad de perros furiosos!!!!!
Naty
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